«El juego resulta básico para el desarrollo del bebé y, de hecho, es la principal actividad de los niños»

Todos los padres queremos lo mejor para nuestro hijo/a, queremos que se sientan queridos y afortunados. Pero también queremos que desarrollen sus capacidades al máximo y que aprendan muchas cosas. En general, intuimos que hay juegos que ayudan a desarrollar esto en nuestros pequeños. Es por eso que relacionamos el juego con la salud.

El juego es un instinto primario que nace con nosotros y cuando se trata de niños, todo es un juego: les acariciamos al ritmo de una canción, les hacemos reír con onomatopeyas mientras los vestimos, les hacemos dar palmadas, etc. Pues estos métodos permiten establecer una sana comunicación entre nosotros, y ya son los primeros pasos hacia el aprendizaje.

«¿Cómo deben de ser los juguetes?» Está claro que dependiendo de la edad, hay distintos juguetes que se adaptan mejor a nuestros hijos, pero debemos saber que cada una de las actividades que realicen los niños les lleva a un aprendizaje, con lo cual, no son mejores los encajes que las muñecas, o los juegos geométricos que los «correpassillos». Al fin y al cabo, desarrollaran la imaginación, la precisión, etc. Lo importante es saber que los niños no necesitan muchos juguetes, sino que deben tener de variados, para jugar de forma activa o tranquila, en casa o al aire libre, para fomentar la imaginación o la imitación y para construir o manipular.

Entonces, dependiendo de la etapa en la que se encuentre nuestro hijo, debemos de escoger que tipo de juguete queremos: ¿Uno que le estimule a desarrollar varios aspectos (habilidades físicas, sociales, emocionales…) o que se centre en alguno en concreto? Por ejemplo, los colores brillantes despiertan la atención de los niños pequeños, que justo están desarrollando la habilidad de agarrar objetos, de modo que los mordedores y sonajeros de colores serán muy convenientes. Más adelante podemos ofrecerle algún juego como las cocinitas o los teléfonos de juguete, que les estimulan la imaginación, a parte de leer libros. También están esos juguetes que ayudan a fomentar la concentración y la capacidad de resolución de problemas, como los rompecabezas o los «puzzles«. Si nos interesa que desarrollen la parte más creativa, podemos darles plastilina, que además les ayuda a mejorar la destreza manual.

Como veis, jugando también se aprende. Así que corre y diviértete con tu pequeño, sabiendo que además de pasárselo bien está creciendo intelectual y físicamente ¡Mucha suerte!

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