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Como todos sabemos, la etapa «destete» es esa en que la dieta del bebé empieza a cambiar y le introducimos nuevos alimentos a su día a día. Esta etapa no tiene un momento marcado en el curso de la vida del niño, es decir, hay familias que no pueden dar el pecho tanto como querrían a sus bebés y otras que prefieren alargar este hábito todo lo que puedan porque les gusta y lo pueden hacer. Pero siempre que queramos empezar el «destete», debemos de ir despidiendo a la leche poco a poco. Por ejemplo, empezar a tomar alimentos sólidos como complementos de la leche y luego sustituirla progresivamente. Es así como llegaremos a que nuestro pequeño coma en función de los ritmos y las costumbres de toda la familia. Aún así, el procedimiento ideal viene acompañado de respeto, paciencia y comprensión por parte de los más maduros.

¿Cuándo empezar? Lo ideal es empezar cuando el bebé cumple los 6 meses, pero de manera graduada como hemos dicho. Aún así como hemos mencionado, el momento es elección libre de cada familia. Una buena manera de empezar es introduciendo los cereales y la fruta. Los cereales se pueden introducir como acompañante al biberón a la leche materna. Para no ser bruscos con el aparato digestivo, se recomienda empezar por aquellos cereales que no contienen gluten. En cuanto a la fruta, una buena idea es triturar manzana, pera y plátano creando como un puré, pero sin añadirle azúcar. Y así podemos incorporarlo en la toma de la tarde por ejemplo, en vez de leche. La consistencia la podremos incrementar a partir del año, pero ya antes podemos introducir nuevas frutas, como el melocotón.

A los seis meses se recomienda introducir la verdura, sobretodo en forma de puré y sopa. Es preferible escoger esas verduras más dulces, como la zanahoria, las patatas y las judías verdes, ya que el paladar tiende más a aceptarlas. Al cabo de unas dos semanas, a estos purés les podemos añadir trocitos de carne. Al principio empezaremos con pocos trozos y con carne finamente triturada. Las carnes blancas, como el pavo o el pollo, son más digestivas y tienen un sabor más suave. Ya una vez pasados los siete meses, podemos introducir carne roja y otras verduras: ternera, calabaza, cordero, calabacín… Sin dejar de triturarlo. La mejor manera de cocinar todo esto es al vapor, ya que así se pierden los menores nutrientes posibles. Es importante que tanto a la fruta, la verdura, la carne… No le añadamos sal o azúcar para no estimular la necesidad de ese «plus» en los más pequeños. Para terminar, a los nueve meses ya es indicado introducir el pescado. Se recomienda empezar por el pescado blanco y introducirlo junto a los purés de verdura.

Otros alimentos a los que nosotros estamos acostumbrados, son por ejemplo, el huevo. Éste se puede introducir a partir de los 10 meses, pero solamente la clara y en pequeñas cantidades. Como la yema contiene un mayor poder alergizante, es favorable introducirla a partir del año. En estos 10 meses también podemos introducir las legumbres, muy troceadas y muy hechas.

Éste seria el método más tradicional y el que más se adapta a nuestra dieta mediterránea. Éste método esta dividido por fases y por etapas, con lo cual, si no querems empezar el destete a los 6 meses podemos hacerlo más adelante, apostando por los alimentos complementarios que más favorecen a nuestro hijo en ese momento. Así que si queréis seguir estas pautas para conocer mejor a vuestros hijos/as en sus gustos… ¡Adelante!

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