Durante la infancia se fomentan las bases de lo que emocionalmente seremos como adultos.
La autoestima es una parte clave de lo que debemos inculcarles a los más pequeños para que tengan confianza en sí mismos.
Muchos padres cometemos errores sobreprotegiéndoles demasiado, o simplemente no valorando el esfuerzo que ellos hacen en cosas que nosotros nos parecen insignificantes.
Un gran fallo es querer hacer todo lo de nuestros hijos. Según la edad, es vital que poco a poco vayan teniendo obligaciones que vayan haciendo las por sí mismos, que sean independientes.
No les ayudamos nada, cuando nos piden ayuda con los deberes que acabamos nosotros haciéndolos, cuando ordenamos juguetes, la habitación… Cuando pasa esto, los niños pierden la capacidad de valerse por sí mismos, ya que dependen todo el rato de papá y mamá. Y seguido de esto, la inseguridad, será el resultado. Por ese motivo, hay que dejar que los niños intenten y si no pueden con sus recursos, es el momento de ayudarles.
Una forma de alimentar la confianza de los niños es mediante la experimentación, ir a un sitio que no conocen, enfrentarse a situaciones que no son propias del día día… Hay que recordarles lo valientes que son por enfrentarse a ese tipo de situaciones, de esta manera, conseguiremos una mejor autoestima para los pequeños. De la misma manera conseguiremos que estimule su curiosidad.
Como ya sabemos todos hay una época en la que los peques preguntan por todo, hay que evitar decirles respuestas cortantes y hablarles de todo.
Sobre todo tenemos que aprovechar que…
Somos un ejemplo para ellos y creo que somos nosotros, se verá reflejado en ellos.