Llega finalmente la época de piscinas o playa y siempre tenemos muy presente los gorritos y protector solar pero a veces no tomamos muy en cuenta las horas de calor que pueden resultar extremadamente peligrosas para bebés y niños.

Los lactantes son especialmente sensibles al golpe de calor por la inmadurez del sistema que regula la temperatura corporal es por ello que no se recomienda que estén directamente expuestos al Sol pero los niños más grandes tampoco.

Vemos en los parques y playas niños jugando a la 1 o 2 de la tarde cuando deberían estar a la sombra, en un sitio fresco.

Cuando hablamos de golpe de calor nos referimos a la alteración más grave de la regulación térmica que se produce debido a una exposición realmente excesiva al Sol (no cuando estamos un rato)  o por no estar adecuadamente hidratado o protegido. Aunque estos golpes de calor los puede sufrir todo el mundo, la realidad es que hay grupos de riesgo que son más vulnerables a los mismos: los bebés y niños menores de 4 años y los ancianos.

 

Trucos para evitar un posible golpe de calor

Los golpes de calor pueden causar alteraciones en los órganos del bebé si son muy prolongados. Con el fin de evitarlos, Serrano ofrece algunas pautas a los padres:

¿Y vosotros en casa cómo os preparáis para disfrutar el verano de manera segura?

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