“El interés por la lectura debe ser estimulado e inculcado desde bien pequeños. Potenciar en casa este hábito de ocio y crecimiento debe ser una tarea en la que estén involucrados todos los miembros de la familia… La lectura debe volver a ser entendida como una forma de ocio apta para cualquier edad y debe pasar a formar parte del día a día de todos”, afirma Sergio Díez, experto universitario en Animación a la lectura y Bibliotecario en Brains International Schools (más información: click aquí). 
En una era en la cual los juegos audio visuales son cada vez más populares y donde el entretenimiento digital crece cada día más, cabe que reflexionemos sobre el valor de la palabra escrita y sus beneficios.

Leer es un habito que activa nuestra imaginación y creatividad, aumenta nuestro vocabulario, mejora nuestra capacidad ortográfica y de redacción, nos permite estar conectados con el momento presente y mejorar nuestra capacidad de concentración, nos conecta con otras realidades, nos permite explorar nuevos mundos, nos brinda la posibilidad de empatizar con distintos personajes, amplia nuestro nivel de cultura general; entre muchas otras cuestiones.

¿Cómo acompañar a nuestros niños y niñas para que adquieran el habito de la lectura? ¿Cómo hacer para que esta actividad sea elegida por ellos y ellas?

Como ya hemos mencionado, un primer paso es el de dar el ejemplo. Los niños y niñas suelen seguir a sus padres y madres como si fueran su espejo. Generar espacios de lectura durante la semana donde cada quien pueda leer su propio libro es una manera de fomentar este habito. En el caso de los más pequeños habrá que leerles, ya sea después de cenar, antes de dormir y en otros instantes de calma y tranquilidad. Encontrar un espacio fijo en la agenda para leer junto a nuestros hijos e hijas es una manera de darle a esta actividad la importancia que merece a lo largo de la crianza.

Asimismo ir a la librería a elegir un libro junt@s puede implicar toda una aventura. Esta comprobado científicamente que aprendemos mejor cuando nos sentimos motivados y curiosos respecto del objeto de aprendizaje. En línea con dicho argumento, resulta fundamental que el niño o niña se vea atraído de alguna forma por la historia que va a leer o que esta leyendo. La lectura debe ser asociada con una actividad placentera y gratificante si se quiere que este habito se vuelva cada vez más frecuente y que perdure en el tiempo.

Otra estrategia puede ser leer un libro del cual haya una película. Una vez terminado el libro se les puede proponer ver la película y hacer el ejercicio de pensar las diferencias entre ambos (libro y film). También se les puede preguntar como se imaginaban la trama, los personajes, los lugares y otros elementos, al leer, y si esa idea se vio representada de manera similar en la película.

A continuación proponemos algunos artículos a modo de referencia y por si desean profundizar más en esta temática:

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